La gran alegría que vivían los hinchas de Estudiantes en el estadio de Quilmes por la victoria ante Boca se mezcló con lo que se pensaba ya olvidado. Un sector de simpatizantes albirrojos (y sólo uno porque antes del comienzo al partido fue aplaudido por unos cuantos) chiflaron a Martín Palermo cuando éste se acercó a los mismos, sobre el sector derecho del estadio, entre la popular y la platea techada. El goleador Xeneize nunca entendió el "castigo". Fue en ese momento, y luego de que el árbitro Sergio Pezzotta le aconsejara hacer oídos sordos, cuando Verón se acercó al "Titán" e hizo callar los insultos.
"No es lindo que chiflen o insulten a Martín, por eso les hice los gestos a los hinchas. Todos sabemos la clase de jugador que es, lo que siente por el club, porque salió del mismo lugar donde él y yo crecimos. Tenemos que tratar de tener un poco de memoria y no mostrar ese maltrato con un jugador tan importante que salió del club", explicó Juan Sebastián Verón. Y sobre el gol que Palermo le marcó al Pincha, sostuvo: "Ya es casi normal que nos meta goles, es un gran jugador, pero con Martín está todo bien".
Y si de amigos habló, no podía dejar pasar la oportunidad para hacer públicas sus felicitaciones a José Luis Calderón, su compañero de plantel. "Me puso muy contento cuando Caldera metió el gol, porque se lo merece, es una muy buena persona y un buen profesional. Y aunque sea sólo para la estadística, sirvió para que marque su gol número trescientos", dijo la Brujita. Aunque aún está la duda si logró el 300 o todavía le falta uno.
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