viernes, 21 de agosto de 2009



Gracias Iván por toda la buena onda!
Tenemos demasiadas en comun. Y algunas muy locas..
Como te dije, este tema me encanta!

Yo - Sadovsky

Mi viejo nunca lo escuchó a Bob Dylan,
En el Winco de mi abuelo no cabía el rocanrol.
No había espacio en la Fotografía,
Como para que lloviera aun mientras había sol.

De mi otro abuelo, un orgulloso ferroviario,
heredé el amor al tango aunque no lo conocí.
Se fue al cielo de los justos laburantes,
justo antes del octubre en el que yo nací.

Esos tangos que sonaban en mi casa,
junto el alma de mi vieja y pegados a mi voz,
entre el Feo, Julio Sosa, Troilo y Grela,
el Polaco trajo pena y la dejó en esta canción.

Los amargos a la hora de la siesta,
Lo veo a mi bisabuelo en la vereda y su bastón.
Los anteojos de mi abuela con su Knitaxx
y una infancia en tardecita en 67 y 2.

Serán los recuerdos desde siempre,
será que una noche los vea venir,
será que hace tanto tiempo se fueron,
que ya casi ni recuerdo si me despedí.

Los domingos, la Albirroja a las 14,
Gottardi, Julián Camino, Trama, Herrera, Lemme y Brown.
Este ateo de religión Bilardista,
vio la vuelta por la pista conteniendo la emoción..

Cuando llueve..caramelos media hora,
las mudanzas y la angustia, el recreo, el Normal 3,
“Estación” y el lado B del disco “Vida”
fueron puerta de salida a unos ojos color miel.

Desde pequeño siempre Pescado Rabioso,
la energía hecha poesía de puentes amarillos.
Hasta hoy me mata “Poseído del Alba”
para mi sos Luis Alberto algo así como la voz de Dios.

Libros rojos enterrados en el patio,
Di Giovanni, García Lorca, Bakunin y la pasión.
Tus canciones “Comandante de Cañada”
la memoria está marcada, suena la revolución.

Tal vez ahora se nos venga la noche
y tal vez el recuerdo hoy se apiade de mí,
Si tal vez algún día yo pudiera
decirles “Les debo todo lo que fui”.

Ya pasaron 37 del partido,
esas marcas dolorosas que guarda este corazón.
una tarde que parece una agonía
trae la melancolía de un tiempo que ya pasó.

Mis abuelos me llenaron de alegría,
transformando la carencia y la tristeza en ilusión,
por eso hoy “Gracias” digo, nobleza obliga
mi vida ahora es su vida y les dejo esta canción.

Abrí, abrí una ventana del cielo,
dale che, son cinco minutos, no es tanto pedir,
dejar que pueda decirles que extraño
verlos por la tarde y los deje partir.

Saber que están bien, y que recuerdan
al pibe chiquito ese que algún día fui.
Que sigo aún su ejemplo de lucha
que casi siempre es mucha y que no me vendí.

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